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Hablar acerca de la historia remota de
Xen’drik implica mencionar un sinfín de leyendas que parecen explicar ciertos vacíos que han existido durante el paso de los siglos, y entre las leyendas que nos llegan del pasado remoto, hay una en especial que ha llamado la atención generación tras generación…
Cuenta la leyenda que en algún lugar de la tierra santa que conforma
Xen’drik existe una civilización perdida cuyo destino y objetivo es mantener a salvo un tesoro sagrado…
“El cristal escarlata”, se dice que dicha reliquia posee un poder mágico tan potente que quien la tenga en sus manos podrá hacer absolutamente todo lo que quiera. Los pobladores del continente dedicaron siglos para encontrar la reliquia sin éxito así que poco a poco dicha creencia se fue al olvido.
Hace exactamente un año y medio un halo de luz parecido a una aurora boreal iluminó el cielo durante altas horas de la noche y al amanecer, un porcentaje reducido de la población de
Xen’drik tuvo una revelación mediante un sueño, estas personas había tenido una visión en la que se apreciaba una ciudad que no era ninguna de las que conformaban los asentamiento conocidos en la tierra santa y que coincidía con las descripciones de aquella civilización perdida que se mencionaba en las leyendas: Hermosa, inmaculada, construida con un material nacarado, etérea e inalcanzable… pero aquello no fue todo, quienes lograron tener la visión parecían haber sido marcados con magia, pues ahora tenían en su cuerpo una especie de quemadura con el símbolo de una runa.
Con el paso de las semanas el rumor de que algunas personas se habrían conectado mentalmente con la civilización perdida mediante un sueño cuyo inicio fue el mismo para todos, pero que además de ello cada uno parecía tener algunos detalles adicionales y diferentes a los demás, se fue difundiendo. Este rumor ocasionó que nuevamente muchas personas tuvieran el deseo de hacerse con el cristal escarlata y para ello, tendrían que encontrar a “los marcados” y obtener cada pieza importante de información que les fuera útil. Con el objetivo de que esta tarea fuera más fácil,
Agartha, Avalon y Cymeria (Las tres capitales), formaron cada uno una agrupación de guerreros cuyo objetivo sería hacerse con la reliquia y ofrecérsela al soberano máximo de su reino para que este hiciera uso de su poder en beneficio de su pueblo… así fue como nacieron:
La facción de oro, La orden de sangre, La coalición de Gaia.